Un estudiante musulmán de medicina habla en una vigilia en favor de los hermanos Alaei, celebrada en septiembre de 2008, junto a la sede de la misión iraní ante la ONU.
8 enero 2009
Los hermanos Arash y Kamiar Alaei, médicos iraníes que llevan seis meses detenidos sin cargos, fueron sometidos a un juicio injusto, pendiente de fallo, que se celebró a puerta cerrada ante un Tribunal Revolucionario de Teherán, el 31 de diciembre de 2008.Ambos profesionales, especializados en la prevención y tratamiento del VIH/sida, llevan casi 10 años trabajando en Irán en programas relacionados con dicho virus y enfermedad, y dedicados sobre todo a combatirlos entre los consumidores de drogas por vía intravenosa.
Amnistía Internacional teme que sean presos de conciencia. A pesar de los reiterados llamamientos de organismos internacionales y de nuestra organización y su membresía en todo el mundo para que se deje en libertad a estos hermanos a menos que se los acuse de un delito común reconocible internacionalmente, las autoridades iraníes los han sometido a un juicio injusto.
El 30 de diciembre de 2008, en una conferencia de prensa, Alireza Jamshidi, portavoz de la judicatura iraní, comunicó que se habían presentado cargos contra Arash y Kamiar Alaei por “cooperar con Estados Unidos para atentar contra la seguridad nacional”, “propaganda contra el sistema” y “pertenencia a grupos hostiles al sistema”.
Al parecer, uno de estos cargos está recogido en el artículo 508 del Código Penal iraní, en el que se prevén penas de hasta 10 años por “cooperar” con “un gobierno enemigo”. No obstante, el Código Penal no explica qué constituye “cooperación” ni aclara el significado de “gobierno enemigo”.
Amnistía Internacional ha puesto en evidencia, repetidas veces, los artículos vagamente formulados, relativos a la libertad de asociación y a la "seguridad nacional" que forman parte del Código Penal iraní, y que proscriben diversas actividades, por ejemplo las relativas a la expresión pública o, como en este caso, al contacto con organismos internacionales.
Según parece, la fiscalía ha señalado la participación de ambos hermanos en conferencias internacionales sobre el sida como parte de un plan para fomentar lo que denomina una "revolución de terciopelo" contra Teherán.
En palabras de Drewery Dyke, investigador de Amnistía Internacional sobre Irán, “el contacto con organismos internacionales de salud pública y académicos con el fin de compartir conocimientos y garantizar el mejor tratamiento posible para las personas afectadas por el VIH y el sida deben ser motivo de agradecimiento y no de penalización”.
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